lunes, 16 de noviembre de 2009

historia

Esta es la Historia de una fémina que nunca supo su nombre, ni tampoco el del lugar donde estaba parada. Ojos entrecerrados, cabello corto, y sueños perfumados de violetas
Y de un hombre que a pesar de su pauperrismo, tenía prejucios y era cascarrabias.

Un día ella caminaba hacia su apto, no sabia donde quedaba pero llegaba siempre instintivamente como un animal sensible. Se encontraba en la mitad del camino cuando se cruza con alguien era un hombre viejo con barba amarilla, ropa desarreglada, ojos azules que permanecían encendidos a pesar de los años, y una pequeña florecita amarilla en la oreja
Y el dijo – niña tiene una monedita.
Ella le dijo _no-, pero el seguía insistiendo
Ella con su corazón tan blando y que aun permanecía sensible ha tan apenado cuadro,
Le dijo -vamos a la cafetería que queda en la esquina-,
Ella desconfiaba de aquel viejo, porque su inconciente le decía que alguien así le podría hacer daño.
Tomaban juntos el café, ella lo miraba de reojo, y el miraba los panes blandos calientes y frescos de la estantería acabados de salir, ella se sentía mustiada, no solo por su apariencia si no por su olor. Ella con su imprudencia no pudo aguantarse las ganas de peguntarle, que porque olía tan mal, (valga la aclaración no se necesita solo imprudencia para hacerse este tipo de preguntas también se necesita algo de inocencia), -señor que huele así-, le preguntaba
- la verdad me ha llamado la atención, y me provoca inmensamente salir corriendo huele muy mal-, y el le responde
- cierto ahí algo que huele mal pero yo no soy, quien será; la chica callada se ríe hacia sus adentros y se dice a si misma,
-será que esta loco y no puede percibir que es el - y se respondió -si demás que si-,
Ella se atreve en decirle
-señor creo q es usted no se ha bañado en varios días-, el responde – ahhh te referías a ese olor, no yo me refería a un olor de ricos ese de las lociones perfumes, y cremas que usan-.
Los dos se quedan en un silecio agudo de al menos 5 min., luego se miran se ríen, ella saca los únicos 2000 pesos que tiene para pagar su cuenta y sigue su camino, y el señor el suyo., los dos por fin respiran, y se sienten acorde con su mundo, con su olor!. A las dos cuadras de recorrido el voltea y la mira, igual ella, y vuelven a sonreír acompañado de una agitada de mano, que para los dos significa chao.

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