domingo, 28 de febrero de 2010

Nuestras Despedidas


Me alegra saber que nuestras despedidas hayan sido siempre breves pues no me dejan ese regusto amargo del adiós que parece querer decir que este mundo es tan grande que no nos volveremos a ver.
Tú más que nadie sabes que se siente dejar amigos atrás, tener que despedirse una y otra vez y no volver a ver a las personas que tan feliz te hicieron un día. Tú más que nadie sabes como son los añorados reencuentros y sabes como cambia la amistad con la distancia.

Decir "Adiós" es cerrar algo dentro del alma. Es dejar un pedazo del ser en ese sitio y otro en la persona querida.
Decir 'adiós' no es lo mismo que decir "chao".

lunes, 22 de febrero de 2010

Un Poco de Surrealismo

Yo tuve un sueño de ojos azules y olor a vervena, tortugas coloridas volaban sobre la superficie del mar y saltaban hasta las nubes para pegarles grandes mordiscos impulsadas por los vientos mozónicos.
Y de día, las estrellas se sonreian al ver a las tortugas de ojos claros y brillantes que devoraban los cielos y volvian al agua. Vi las mariposas que se acumulaban en mis venas, raspando, picando, coloridas mariposas sangrientas que no me creyeron cuando les dije que había cojido a un murciélago vampiro y sus alas oleaginosas se agitaron en mis manos abiertas y sus dientitos filosos mordieron mi piel y su lenguita rosa pegajosa lamió mi ser y como que no tenía rabia mi amiguito.


Me gustó porque no es exactamente bonito

martes, 9 de febrero de 2010

Los días pasan y los bordes que separan uno de otro se desdibujan.
Siempre estoy buscando algo. Algo que se escapa de mis manos mientras más cerca estoy.
La felicidad... tan efímera, tan buena.
A veces sueño que teniéndote podría encontrar la felicidad que busco. A veces tengo pesadillas también, por eso no sé si hacerle caso a mis sueños o no.

Se me hace increíble pensar que tu eres todo lo que algún día quise, pero sin la emoción de la caza. Que fuiste la primera persona que descubrió hasta que punto me parezco a los gatos. Que ni salgas en el día. Que comas tanta azúcar como carne sin enfermarte.
En serio, Sergio. Te querría si no estuviese todo el tiempo detrás de mí.

Bueno, el caso es que algun día encontraré esa felicidad que busco, quizás en esos paises donde la mitad del año hay nieve y más nieve y mientras más frío hace más probabilidades hay de ver el espectáculo que son las auroras boreales. O quizás encuentre mi felicidad en una isla de Sol y playa, pescado todos los almuerzos y nadar todas las noches. El sol brillando sobre la arena, la Luna reflejandose en las aguas del mar y miles de estrellas fugaces en diciembre.
¿Quien dice que no? ¿Quien sabe donde está mi felicidad?
Creo que la respuesta a esas preguntas la tendré que encontrar yo solita.